ESFUERZO EMPRESARIAL PARA MANTENER EN ALTO A LA VIEJA CASONA

Actualmente es administrado por el joven matrimonio conformado por Sergio Javier Reyes Martínez y Marcela Averruz Guevara, pero los inicios del decano de las rosticerías matagalpinas, La Casona, se remontan a 29 años atrás con los padres de ella.

Con el transcurrir de los años, este negocio, que además se ubica en el edificio más antiguo de la ciudad, fue cobrando prestigio y autoridad entre sus pares, muchos de los cuales sucumbieron.

Hoy, La Casona, es uno de los principales puntos de referencia y, hasta aquí, llegan clientes provenientes de diversas partes de Nicaragua para disfrutar las diferentes variedades en platos de pollos, comidas a la carta, refrescos, cervezas y licores, lo que se complementa con los karaoke los jueves y sábado, y música en vivo los viernes, en horas de la noche.

Los cambios introducidos por la nueva generación de dueños no riñen con la antigua Casona, más bien se complementan con nuevos servicios como el salón de reuniones con aire acondicionado y otras condiciones de privacidad, según lo informado por sus propietarios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *