Altares con motivos culturales y religiosos, grupos de gentes movilizándose por montones de un punto a otro, en familia o entre amigos, se apreció en las calles de Matagalpa durante las celebraciones de la purísima el jueves 7 de diciembre. La tradicional purísima fue cantada a todo pulmón por los devotos marianos que cada año se toman las calles para participar de estas festividades.