Aquí fue la Constabularia, la penitenciaría, parte del Cabildo Municipal y el comando de la Guardia Somocista, destruido durante la insurrección que dio inició a la revolución popular sandinista en 1979.
El lugar está cargado de historia y, ahora, en él descansa el monumento Héroes y Mártires que le dio su nombre, así como el centro cultural Carlos Arroyo Pineda, en donde se realizan presentaciones artísticas y culturales, además de otros eventos de importancia de la cuna de Carlos Fonseca.
Para mejorar sus condiciones, la alcaldía matagalpina destinó 400 mil córdobas que permitirán reparar parte del techo y hacer cambios de él en 30 metros cuadrados, mejorar el respaldar de la tarima principal, colocar 110 metros cuadrados de tabloncillo en la tarima principal y reparar el canal colonial.