EL VIGORÓN DE DOÑA MATILDE: UN PLATO GRANADINO CON SABOR LEONÉS Y MATAGALPINO

Cuando la matrona de cuatro generaciones llegó a Matagalpa, es posible que ni siquiera se imaginara que su nombre y negocio se convertirían en marca: El Vigorón de Doña Matilde.  La leonesa se estableció en la Perla del Septentrión y pronto comenzó a ofertar el platillo típico de Granada, negocio que con los años logró consolidad hasta convertirlo en toda una institución.

El punto de inicio y de partida se ubica de las bodegas de la antigua Coca Cola 75 varas al este, desde donde se ampliaron a Sébaco; al barrio Guanuca, de donde fue la distribuidora de Maira Aldana una cuadra al este, y actualmente frente a Casa Pellas.

La calidad de la casa matriz se mantiene en las sucursales, pues desde las 05 de la mañana los propietarios se levantan a cocer la yuca, a calentar la manteca para el chicharrón, a picar el repollo y cortar el tomate, así como a freír el chancho para elaborar: el Vigorón, que tiene un valor de 50 córdobas; el Chancho con Yuca, que cuesta 60, y el Mixto, que es una combinación de los dos primeros, con un costo de 70 córdobas.

Ya doña Matilde pasó a mejor vida, pero heredó su arte a sus descendientes. Su nieta lesbia Chang y bisnieta Marba Yorlieth Palacios Chang se encargan, junto a otros familiares que se instalaron con negocios similares, de mantener el espíritu emprendedor, la calidad y el buen sabor de los platos que elaboran y la clientela que han multiplicado como panes en el desierto.

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